Hemos asistido al acto de homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y de reconocimiento a la sociedad, el primero que se hace a nivel internacional con este objetivo y que sienta varios precedentes. La ejecución ha sido ejemplar y han sabido salvar lo complicado de la organización con detalles brillantes que contamos a continuación en diez claves.
No es un funeral de Estado, sino un acto homenaje a las víctimas
En un funeral de Estado lo decreta el gobierno y se realizan para jefes de estado, de gobierno o ante atentados terroristas. Debido a la propia idiosincrasia del desarrollo de la covid19, no se hacía factible esa opción. Si nos regimos por la normativa, concretamente el 2099/1983, este sería un acto oficial de carácter especial.
Línea de saludo
La linea de saludo se ha realizado doble, colocada mediante el protocolo comparado a las autoridades extranjeras y las nacionales, en el zaguán del Palacio Real, es decir, la antesala a la entrada.
Reverencia
Los saludos vuelven a ser reverencias con la cabeza, ya que el contacto de dar la mano ha pasado a un segundo plano por la COVID19.
Mascarilla negra y etiqueta
La etiqueta sugerida para el acto era traje oscuro y que cada uno portara su propia mascarilla. Todos los invitados portaban la suya, mayoritariamente de color negro. Los militares, con el traje de gala reglamentario.
Una imagen nunca vista
Es la primera vez en la historia reciente que vemos a los 17 presidentes de CCAA juntos en un acto oficial.
Colocación de personalidades
Los asientos han sido protocolizados por grupos y a su vez, por personalidades. Se han colocado mediante esta disposición de manera ordenada y puntual.
Colocación de la familia Real
La familia Real, ha presidido el acto, colocados en alternancia par.
Ofrenda floral, de dos en dos
La ofrenda floral ha sido junto con el minuto de silencio los dos momentos más solemnes del acto. A destacar en la ofrenda que fuera realizada de dos en dos y donde esa dualidad estaba compuesta por una autoridad y un civil, demostrando la igualdad de todos ante este duro golpe que hemos sufrido con la pandemia.
Un acto para todos y todas
Un acto laico, con público y representación de todas las confesiones religiosas. Unos discursos correctos y emotivos. Un acto corto para lo que estamos acostumbrados, al igual que nombren a Vetusta Morla, o que las nuevas generaciones indiquen con un solo gesto su concienciación con la mascarilla. Otro aspecto clave que ha destacado han sido los idiomas en los que se han escuchado los momentos clave: castellano, euskera, gallego y catalán, así como los dos idiomas europeos, el francés y el inglés. También hemos podido ver a intérpretes del lenguaje de signos.
Representación de víctimas y personal médico
Flanqueando a la Familia Real, los dos civiles relacionados con las victimas y la pandemia en primera persona, uno a cada lado, el hermano de una víctima y la jefa de urgencias del Hospital Universitari Vall d’Hebron.
Sin duda, España sabe de protocolo y lo ha vuelto a demostrar con un acto emotivo, acorde a la situación actual y con guiños a esos cambios que esta disciplina lleva arraigados en su evolución con la propia sociedad.
Fotografía de portada de elconfidencial.com
Autora: Diana Rubio.
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