Muchos son los nuevos elementos de la tecnología a la que es mas fácil acceder, que forman parte de nuestro día a día. Los objetivos principales de estas herramientas tienen que ver con el control, el hacer más sencilla nuestra vida, nuestra salud e incluso nuestra manera de desenvolvernos con los demás.
Este uso es cada vez es más directo, más inmediato y más rápido, con recursos que se ponen a nuestra disposición con solo apretar a un botón. Pero en este afán de irnos superando e ir haciendo más accesible la tecnología para todos, existe un punto que me resulta importante señalar en referencia al uso de dispositivos que se activan por la voz. Siri, Alexa o Cortana se han convertido en nombres comunes, haciendo referencia a los denominados “asistentes de voz”, actuando en ocasiones como secretarios online que nos responden, agendan y dan contestación a aquellas cuestiones por las que preguntemos.
La manera normal de proceder de éstos nuevos amigos virtuales, atienden a un grupo de palabras o comandos a partir de los cuales interactuar pero, ¿Son capaces de identificar el tono de voz? La pregunta va más allá, ya que no sólo es cuestión de la comunicación no verbal, sino también de etiqueta, como ese elemento personal del protocolo que hace referencia a la conducta, el comportamiento y la vestimenta. ¿Utilizamos fórmulas como gracias o por favor con ellos? ¿Atienden a estas palabras normalmente, pero las usamos junto con el comando siempre, o de manera espontánea?
Estaremos de acuerdo al afirmar que no es lo mismo hablar con robots que con otras personas, pero también puedo afirmar que en el ejemplo del trato a esos robots se encuentra la conducta y el comportamiento que los mayores enseñan a las nuevas generaciones, y los términos antes mencionados e incluidos en la etiqueta, cada vez son más escasos.
Estos dispositivos inteligentes se ponen en funcionamiento sin la necesidad de usar estas fórmulas de la cortesía social, de la etiqueta y que tanto ayudan a la convivencia, atendiendo por tanto a órdenes, tomando en ocasiones como positiva una manera de hablar que al relacionarse con otras personas que podría incluso llegar a ser ofensiva.
Si hablamos de las generaciones más jóvenes, se hace hincapié en que aprendan a usar estas nuevas tecnologías que se encuentran a su alcance, incluso con más ahínco que el saber comportarse con los demás, llegando a dejar atrás la educación y el respeto necesarios al entablar conversación con las personas.
La tecnología es algo a día de hoy indispensable, pero las buenas maneras también. Por tanto, creo indispensable que Siri, Alexa y Cortana deberían predicar con el ejemplo y ayudar a educar a nuestros jóvenes en el civismo, la educación y la comunicación que facilite la convivencia con los demás.
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