Pedro García Magro, alumni de IMEP, estudió el Grado Oficial en Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales. Actualmente es parte del equipo de profesionales de la Institución Ferial Alicantina (IFA).
Cuéntanos un poco de ti.
Soy una persona que venía de estudiar tres años del grado en Derecho, y que tras la habitual crisis de “¿esto es lo que realmente quiero en el futuro?”, tomé la difícil y valiente decisión de cambiar y formarme en una profesión más dinámica, activa y en la que la comunicación es fundamental. El año pasado, por ejemplo, me formé en Comunicación Política e Institucional a través de un experto universitario.
Estás en el cuarto curso del grado oficial de IMEP. ¿Por qué has elegido especializarte en organización de eventos, protocolo y relaciones institucionales?
Por el potencial de la carrera. Creo firmemente en la labor que podemos hacer los organizadores de eventos, ya que nuestra visión es más global que en otras profesiones similares. Aquí empleamos una multidisciplinariedad que hace que este grado tenga tres “patas” relacionadas entre sí. Sin ellas, entenderíamos un evento como una acción aislada y sin un objetivo concreto.
¿Por qué elegiste IMEP?
Por la profesionalidad de sus docentes. Que el grado se imparta por la tarde, nos da la oportunidad de que los profesores sean personas que conocen la profesión desde dentro. No son sólo investigadores que no han “bajado a la arena”, sino que son profesionales que han organizado múltiples eventos, gestionan ferias o son importantes directivos públicos.
¿Consideras que la formación es importante para esta profesión?
Sin duda alguna, la formación hace falta a la hora de aprender una disciplina. El valor añadido que incorpora un event manager a un proyecto, no puede ofrecerlo una persona que no ha estudiado sobre esta materia. No obstante, la formación debe complementarse con la práctica, por tanto, desde el segundo curso de grado he realizado prácticas tanto en instituciones públicas como en empresas privadas.
Si algo destacaría de lo que me ha proporcionado la formación durante estos años es la visión estratégica de las cosas, la capacidad de trabajar por objetivos y la creatividad para conseguir soluciones. Quien no se planifica y sólo improvisa, está condenado al fracaso, por lo que la estrategia es fundamental para nuestra profesión. (como se me nota la huella de María José Cerdá o José Mancebo, que tanto incidían en esto).
El valor añadido que incorpora un event manager a un proyecto, no puede ofrecerlo una persona que no ha estudiado sobre esta materia.
Cuéntanos una anécdota de alguna clase.
Hemos tenido múltiples anécdotas a lo largo de los cuatro años. Desde un terremoto estando en clase, hasta la abdicación del Rey Juan Carlos y la posterior coronación de Felipe VI. Momentos históricos que nos proporcionaron la oportunidad de analizar los nuevos acontecimientos.
Algo que nos gustó mucho a la clase fue la puesta en escena del juramento de los ministros ante el Rey, dentro de la asignatura de Ceremonial de Estado. Cada alumno tenía un rol distinto: ministros, jefe de protocolo, presidente del gobierno… y tenía que actuar siguiendo lo dispuesto por el jefe de protocolo del acto. También las clases tan divertidas con Serafín, nuestro profesor de Ceremonial Religioso, Académico y Militar. Todo él es una anécdota (risas).
Además guardo un especial recuerdo de grandes profesionales como Ricardo del Prado, Antonio Martínez, Laura Herrero, Esther Guilabert, el propio Serafín o los citados anteriormente, Mª José Cerdá y Jose Mancebo. También me acuerdo especialmente de Joaquín Sáez, que fue nuestro apoyo durante los tres primeros años de grado.
Desde el segundo curso de grado he realizado prácticas tanto en instituciones públicas como en empresas privadas.
Estuviste colaborando en la organización del Campeonato Autonómico de Formación Professional Skills 2017 celebrado del 27 de noviembre al 1 de diciembre, en la Institución Ferial Alicantina (IFA). Cuéntanos sobre tu experiencia.
Tengo el gusto de trabajar en IFA desde septiembre del pasado año, y nada más incorporarme, Esther Guilabert , directora general de la institución, me dijo que mi principal labor durante los siguientes meses sería colaborar mano a mano con mi compañera María Carmen, que es la encargada de eventos y certámenes.
En este evento nos hizo dar lo máximo ya que teníamos que coordinarnos con los técnicos de la Conselleria de Educación, los expertos de FP de los centros y las empresas proveedoras del material. Fue complicado cuadrar todo, y aunque al principio fue como una montaña imposible de escalar, al final con la ayuda de mi compañera pudimos hacer cumbre ¡y con nota!
Quien no se planifica y sólo improvisa, está condenado al fracaso, por lo que la estrategia es fundamental para el organizador de eventos.
De dicho evento, ¿cuál fue el mayor desafío al que te tuviste que enfrentar y qué solución le diste?
Siempre en un evento lo más complicado, y más en los tiempos actuales, es ajustarse a presupuesto. Y aunque el Campeonato Autonómico de Formación Professional Skills fue el evento con mayor presupuesto del 2017, tuvimos que hacer mil gestiones para que todo se ajustase a presupuesto.
La solución que le dimos fue priorizar, y esto es algo que me ha enseñado mi tutora y jefa, Esther Guilabert. Aunque el cliente quiera todo, debe entender que no siempre es posible: por falta de tiempo, de dinero o de factores externos. Por ello, es fundamental en el briefing previo de cada evento, hay que dejarlo todo claro y por escrito, para que así luego no hayan lamentaciones.
También estuviste en el Ayuntamiento de Crevillente. ¿Qué habilidades has adquirido o has mejorado gracias a las prácticas profesionales?
Estuve casi nueve meses en el Ayuntamiento de Crevillente, y allí pude conocer desde dentro, cómo funcionaba la administración pública. Durante esos meses, principalmente me centré en ayudar en el gabinete de la alcaldía con la redacción de notas de prensas o acompañar al alcalde en las visitas. De esa etapa de lo que más orgulloso me siento es de haber redactado el Reglamento de Protocolo de la institución. Fue un reto para mí ya que tuve que investigar y estudiar otros reglamentos, para redactar uno que fuera duradero en el tiempo, evitando así que se derogase en el momento que entrase otro partido al gobierno. Por suerte el reglamento se aprobó sin ningún voto en contra de los partidos políticos.
De lo que más orgulloso me siento de mi etapa en el Ayuntamiento de Crevillente es de haber redactado el Reglamento de Protocolo de la institución.
Para terminar, ¿qué es lo más te gusta de la profesión?
La capacidad que tenemos de cambiar las cosas. Debemos y podemos mejorar la vida de las personas. En mi caso me gustaría utilizar los eventos como herramienta para dinamizar un territorio y conseguir mayor calidad de vida: generar riqueza, empleo, cultura, felicidad… ¿Acaso un evento como los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 no cambiaron el futuro de una ciudad como Barcelona? Eso es un event manager, alguien que aporta a la sociedad y añade un plus de valor a los eventos con el objetivo de que trasciendan.
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