Háblanos un poco de ti, ¿quién es Marina Benavente?
Soy una persona que le gusta ayudar a los demás que las cosas sean lo mejor posible para tod@s y esta empatía me hace aprender de todas las personas y sus circunstancias.
Además, por esto, me considero bastante versátil y ambiciosa.
Estas aptitudes son importante para una persona que se dedica a la gestión de eventos, así como muchas otras, como por ejemplo, la creatividad, la actitud positiva, las ganas y la organización, obviamente.
Pero no pasa nada si te falta alguna, siempre y cuando estés dispuest@ a aprender, lo vas a acabar haciendo.
¿Qué destacarías de la función de un organizador de eventos?
Es esencial, tú puedes tener todos los elementos de un objeto pero si no tienes a nadie que los monte adecuadamente, no hay objeto que valga.
Para mí la parte más importante es la de coordinación, es casi imposible que una persona sola pueda llevar a cabo un evento, siempre necesitas a alguien más, aunque sea una nimiedad. Por eso es importante coordinar a todas las partes para que sean capaces de responder a tiempo y correctamente, y esto no es tarea fácil.
Estudiaste el Grado Oficial en Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones institucionales. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué asignaturas te gustaron más y por qué?
La experiencia fue totalmente gratificante puesto que teníamos prácticas desde el principio, esto te ayuda a saber si es tu lugar adecuado y seguir adelante.
La asignatura que más recuerdo y que más aprendí fue sin duda marketing, porque teníamos a una profesora todoterreno y porque es importante conocer la raíz de los eventos como una parte de la comunicación y no como algo individual.
¿Por qué elegiste estudiar esta carrera?
Porque me parecía algo novedoso, algo diferente.
Me conocía bien y sabía que mi personalidad encajaba perfectamente con lo que requiere la profesión.
¿Por qué IMEP?
Confieso que me pillaba en casa y aparte me gustaba su metodología de estudio.
Realizaste tus prácticas en el Festival Internacional de Cine Independiente de Elche. ¿Qué puedes contarnos de esa experiencia?
Participé varios años y volvería a hacerlo sin ninguna duda. He aprendido mucho a todos los niveles, pero sobre todo y, al final he entendido que de lo más importante, es hacer un buen equipo.
Había mucho trabajo de oficina, pero también de campo. Tienes relación directa con el ámbito cinematográfico y también con quienes lo componen. Había temas muy específicos de la materia pero lo aprendes enseguida y además era bastante entretenido.
También había que poner orden en el contenido y eso requería muchos números, pero por suerte, no hace falta ser un experto en matemáticas.
Y el evento en sí, muy sencillo por una parte y más complicado en la gala final, que es cuando ya viene todo el mundo a tope, y el programa es más protocolario.
En conclusión, que con que te guste el cine o similar, y tengas buena actitud y ganas, este es un festival maravilloso.
¿Pudiste aplicar lo aprendido durante la carrera?
Sí, creo que si no has estudiado las metodologías de planificación, acción y reacción, te puedes volver loc@ o llegar a niveles de estrés que no son sanos.
Cuando tienes todas las herramientas claras, sabes perfectamente cúal es la situación y cómo puedes resolverla. A la vez que te surgen siete más, por supuesto.
¿Qué sacas en positivo de la experiencia vivida en las prácticas?
Fue una de mis mejores experiencias, y a raíz de esta he querido seguir en esta línea. Pero también me he vuelto más exigente con las condiciones, porque comprendí que con un buen trato, confianza, actitud positiva y valorar a las personas se puede conseguir mucho más a nivel evento y a nivel personal.
Quien tenga la oportunidad, por favor, que las haga por mí, jajaja.
Recientemente has participado también en la organización del famoso Festival de Sitges, ¿qué puedes contarnos?
La verdad es que lo he saboreado, pero me he quedado con hambre.
No puedo decir mucho más que este tipo de eventos que están organizados por asociaciones o fundaciones tienen recursos muy limitados. Esto hace que, a mi modo de ver, falte personal y por ende, tiempo y organización. En este caso, al llevar muchos años y tener tanto éxito, la mayoría de cosas salen rodadas, porque son como automáticas y esto es genial, porque aún así mantienen el éxito.
La clave de este festival, es que el lugar se ha volcado completamente, así como otros colaboradores, y esto es como delegar, lo cual te facilita el trabajo. Vuelve a verse que coordinar y hacer buen equipo son partes fundamentales del éxito.
¿Consideras que la formación es importante para esta profesión?
Totalmente. Pero aún no se valora lo suficiente, hay mucho intrusismo laboral y creo que es nuestra labor estar en el máximo de eventos posibles para enseñar cosas que no se aprenden por mucho tiempo que lleves trabajando en ello.
Yo he visto más casos de fracaso que de éxito, y los que tienen éxito acaban cayendo, porque aquello que no tiene buenos cimientos se desmorona. También depende de lo que cada uno considere por éxito, para mí no es ganar mucho dinero y ya, es que nadie pueda hablar mal de ti profesionalmente.
¿Qué habilidades consideras que debe tener un event manager?
Como he dicho al principio, para esta profesión se necesitan muchas, jajaja.
Pero por mi experiencia diría que determinación, adaptabilidad, paciencia y tolerancia porque tienes que relacionarte con muchas personas.
Y las de comunicación y organización está de más decirlas ¿no?
¿Qué consejo darías a los futuros estudiantes de IMEP?
Pues es una carrera bastante compleja, no por la dificultad si no por la diversidad, entonces tienen que tener la mente muy abierta y ganas de todo.
Y, cualquier otro consejo que necesiten, estoy disponible para dárselo en cualquier momento, que estamos para ayudarnos.
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