En el acto de apertura del curso 2023-24 tuvimos la suerte de contar, como invitado de honor, con el CEO de Mediapro Events, Mariano Rodríguez. En la jornada, Mariano respondió las preguntas de nuestro docente Luis María Pizana sobre el sector, su evolución y las cualidades que más se demandan en los organizadores de eventos.
Pregunta: Desde ese prisma que da la experiencia de estos 25 años, ¿cómo dirías que han evolucionado los sectores de los eventos, la producción audiovisual y la comunicación? Sobre todo la Industria de los eventos a lo largo de tu trayectoria profesional.
Respuesta: Es evidente que en 25 años ha cambiado todo muchísimo. Me acuerdo cuando empecé a trabajar en esto y a penas sabíamos mandar e-mails, el mundo era analógico. Hoy todo es digital y nos cuesta pensar en un mundo que no lo fuese, pero existía y no hace tanto. Esa evolución siempre me lleva a dos reflexiones: qué es lo que ha cambiado y lo que no ha cambiado.
Creo que lo que ha cambiado, y para bien, es que la tecnología y la tecnificación en el sector audiovisual y en los eventos nos ha dado muchísimas herramientas y una capacidad de diversificación de negocio brutal. Hemos aprendido nuevas formas de comunicar y tenemos unas herramientas muy potentes para hacerlo.
Durante estos 25 años, hemos visto una gran profesionalización de los sectores de la comunicación, de los eventos, del sector audiovisual… Y el surgimiento de escuelas de formación como IMEP es una muestra de ello, de la necesidad por formar nuevos profesionales.
Pero voy a hacer la reflexión sobre lo que no ha cambiado, porque lo que no ha cambiado es probablemente aquello en lo que nos tenemos que fijar. Ahí es donde está la referencia. ¿Y qué es lo que no ha cambiado? El contenido.
En el sector audiovisual, lo que importa no es si la serie está grabada con esta cámara o con la otra, importa si la serie es buena o mala, si la serie entretiene o no entretiene. En eventos es exactamente igual, porque en el mundo de los eventos cada vez está más vinculado con el mundo de la experiencia, y lo que importa es el contenido. Todo lo demás es muy importante, pero no dejan de ser herramientas.
Creo que, si uno se va a dedicar al sector MICE, al sector de los eventos y del entretenimiento, tiene que ser muy consciente de que al final lo que importa es que el contenido sea bueno.
P: Nos apuntabas una idea, la generación de experiencias. Desde tu visión, ¿qué tendencias y qué herramientas a la hora de esa generación de experiencias son las que destacan?
R: Ahora mismo hay un boom del mundo de los eventos, y en concreto somos unos privilegiados por trabajar en este país, porque España se está convirtiendo en un polo de atracción para todo lo que tiene que ver con este sector. Por la zona geográfica, por nuestro clima, por la cantidad de profesionales bien formados que hay, por el idioma y porque somos un gancho muy potente con Latinoamérica. Existen muchas razones por las que este país se está convirtiendo en un polo de atracción para empresas extranjeras y para marcas que vienen y necesitan que les organicen los eventos.
Todo esto se ve provocado porque que hay efecto péndulo justo después de la pandemia, cuando se cerraron todo tipo de eventos. Esto ha generado un boom que responde a la necesidad de la gente de vivir experiencias. Estamos buscando cosas nuevas, que me entretengan. Ya no nos conformamos con ir a una exposición y contemplar, necesitamos algo más.
Esa necesidad de experiencias se está metiendo de manera troncal en los eventos. ¿Cuál es la clave? El efecto wow por el efecto wow. Pongo una super pantalla o pongo un efecto de luces para impactar en el asistente. Pero, ¿cómo va alineado con el contenido? ¿Cómo se integra con todo lo demás? Ahí es donde está la clave. Por eso me refería antes a que para mi el contenido es muy importante. Es verdad que el boom ahora mismo está en todo aquello que es experiencial, tanto en los eventos corporativos como en los eventos de marca, presentaciones de producto… Todo debe tener factor experiencial.
Tecnológicamente, estamos más preparados que nunca para eso. El problema es cómo la tecnología es capaz de servirnos a eso. En dos años hemos pasado por el metaverso, ahora la inteligencia artificial, pero, ¿para qué? Eventos como cenas, conciertos…a veces transmite mucho más la experiencia que te llevas que el gran efecto wow. Desde la industria, nosotros también tenemos que ser capaces de jugar con eso, porque si nos metemos en esa dinámica de la tecnología por la tecnología, al final esto es un disparate que nos llevará a ningún lado.
Al final, los eventos no son más que la conjunción de las emociones de los que están ahí, alineados con un propósito. Un evento corporativo es el propósito de la marca con respecto a su grupo de gente, a sus accionistas, a sus clientes. Siempre hay una intención detrás, pero esa intención lo que trata es de jugar con las emociones de todos para conjuntar un acto único, que es el evento perfecto.
P: Mencionabas hace unos instantes diferentes segmentos dentro de la industria de los eventos corporativos, deportivos, culturales. ¿Cuál nos dirías desde tu perspectiva que es el que mayores posibilidades de futuro ofrece?
R: Tenemos la suerte ahora mismo de que todos. No hay nada que sustituya a nada. Cuando llego la televisión, parecía que la radio iba a desaparecer, y la radio está mas pujante que nunca. Vinieron las plataformas digitales y parecía que la televisión iba a desaparecer, y la televisión sigue siendo el sitio de mayor inversión publicitaria. Nada sustituye a nada, todo recoloca a todo. Y en los eventos es lo mismo, todos aquellos que sean capaces de integrar el mundo experiencial y las tecnologías con sentido y con propósito van a ser capaces de ser muy pujantes, pero se van a seguir necesitando convenciones, eventos corporativos, eventos deportivos… Lo importante es encontrar tu sitio, el sitio donde creas que puedes aportar más y trabajar muy duro.
P: Desde una perspectiva más humana, ¿qué características crees que debe tener un buen organizador de eventos?
R: Lo primero que te diría es que fuese buena persona, pero por una cuestión muy práctica. Si te preguntan con quién quieres trabajar, con gente maja o antipática, elegirías gente maja, yo también. Si nos metemos en características profesionales, yo creo que lo primero que tiene que hacer es amar mucho esta profesión. Y para amar mucho esta profesión la tiene que conocer muy bien, porque no se puede amar lo que no se conoce. Si no la amas, trabajar en eventos es muy duro. Tiene momentos muy emocionantes, pero son muchas horas muchos fines de semana, cosas que salen bien y mal, con lo cual hay que tener amor por esta profesión.
Lo segundo, que yo creo que se necesita en cualquier sitio, es espíritu de trabajo. En concreto en el mundo de los eventos, diría que espíritu de trabajo en equipo. Soy un convencido de que todos los trabajos acabarán siendo trabajos en equipo, si es que no lo son ya. No se puede desarrollar una actividad profesional si no se está rodeado de un magnífico equipo. Y no ya solo de un equipo en tu compañía, sino en equipo juntando otras compañías, juntando otras potencialidades, metiendo en la dinámica de trabajo a los proveedores, al propio cliente, para eso hay que ser una persona formada en el trabajo en equipo, y por supuesto, con mucho conocimiento del sector. A partir de ahí, creo que, si el candidato es una persona que le gusta esto y tiene ganas de trabajar, todo lo demás se puede construir.
P: Y hablando de esto, ¿cuál es el perfil de profesional que más demandáis o qué rasgos son los más difíciles de encontrar entre los candidatos en un proceso de selección en Mediapro Events?
R: Cuando yo busco gente me llega preseleccionada, y en lo que yo me fijo es que sea buena gente, si va a encajar en el grupo de trabajo. Todo lo demás que no tenga, se lo puedo dar. Está muy bien formarse mucho, y puedo dar fe de que la gente que tengo trabajando conmigo que viene de IMEP es excelente a nivel profesional, pero también lo es a nivel humano, y es muy importante formarse a nivel humano. Cada uno sabe cuáles son sus debilidades y cuáles son sus capacidades. Si te cuesta trabajar en equipo, si te cuesta aceptar las críticas, todo eso se trabaja. Aquí no sirve lo de es que soy así, el carácter se forja a lo largo de toda la vida, y es muy importante que seáis responsables en hacer eso. Porque cada vez más las empresas demandamos profesionales con los que merezca la pena trabajar, nos pasamos muchas horas juntos y el ambiente de trabajo es fundamental.
En las encuestas de la gente que se incorpora al mundo laboral, todos dicen que buscan empresas con buen ambiente de trabajo, y yo estoy de acuerdo, pero tú qué estás dispuesto a hacer y a aportar a la empresa para que eso sea posible. A las empresas no se va solo a que me den, también se va a portar, y no se va solo a aportar desde un punto de vista profesional, porque insisto, eso os lo podemos aportar la empresa, el resto lo tenéis que traer vosotros de casa.
P: ¿Cómo valoras la formación que reciben nuestros alumnos en IMEP?
R: Las personas que tengo trabajando en mi equipo que vienen de IMEP, no sabía que venían de aquí, y pude descubrir al poco tiempo que venían muy bien formadas y que además eran personas que amaban esta profesión. Por tanto, eso me daba pie a entender que les habían explicado bien lo que era esta profesión, porque si la amaban es porque la conocían. Yo estoy muy contento con las personas que tenemos trabajando que han estudiado en IMEP, valoro mucho que haya gente comprometida para la formación de gente joven para un sector tan difícil como este a mi me parece crucial.
P: Un consejo a nuestro alumnado.
R: Creo que es muy importante que descubramos todos que somos auténticos privilegiados. No hay más que poner la tele 10 minutos para que uno, incluso con sus circunstancias, es un auténtico privilegiado. Y si somos privilegiados, debemos ser conscientes de que todo lo que nos ha tocado, que de alguna manera nos comprometamos a devolverlo. Y la manera de hacerlo es trabajando y aportando cada uno en lo suyo. Si uno es capaz de interiorizar ese sentimiento de soy un privilegiado, la responsabilidad por involucrarse y por dar todo de si, viene sola.
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