Mª Carmen Portugal es Doctora en Dirección de Comunicación por la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y Máster Universitario en Protocolo y Consultoría de Imagen por la UCAM. Es miembro de la Sociedad de Estudios Institucionales y de la Asociación Española de Protocolo. Fue docente de distintas asignaturas del Grado Oficial en Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales y del Máster Oficial en Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales en IMEP. Autora de diversos libros como el Manual de Protocolo y Guía de Protocolo y Derecho Premial Civil. También es la fundadora y CEO de Ser Comunicación, donde desarrolla, organiza y planifica eventos, desde la aplicación del protocolo adecuado hasta la planificación de medios de comunicación para su eficaz difusión.
¿Qué le impulsó a dedicarse al ámbito del protocolo, la comunicación y la organización de eventos?
No puedo indicar nada en concreto que me impulsara a ello. Creo que la trayectoria vital nos va marcando el camino a recorrer. ¿Te acuerdas de las palabras de Steve Jobs en su discurso en la Universidad de Stanford? Cuando habla de la conexión de los puntos. Pues eso.
En mi caso, creo que mi primer punto fue mi afición por la escritura y por comunicar mis sentimientos a muy temprana edad a través de la poesía. Otros fueron mis estudios de periodismo, la pintura, manualidades…, siempre comunicar por diferentes medios. Ahora le ha tocado el turno al protocolo.
¿Cómo cree que ha evolucionado el ámbito del protocolo y la organización de eventos desde los inicios de su trayectoria profesional hasta ahora?
Mis inicios no son muy remotos, estudié el máster en el año 2007, por lo que llevo 10 años relacionándome con el protocolo. Así que mi visión sobre la evolución y trayectoria profesional de esta materia es muy vaga. Solamente puedo comentarte que en esta década he vivido una “revolución” académica en el protocolo y una “reivindicación” profesional en la organización de eventos.
¿Qué significa para usted la palabra protocolo?
Orden y normativa. Orden ya sea del espacio, de las personas, de los símbolos o de la secuencia de un acto. Y normativa ya que recoge cómo plasmar y ejecutar ese orden.
¿Cuál es su opinión sobre el estado actual del protocolo y la organización de actos oficiales?
Gracias a los estudios definidos en este ámbito, la profesión está tomando un cariz academicista, un aspecto que estaba ausente y que es totalmente necesario. Como en cualquier otra profesión tan importante es la formación como la experiencia pero primero siempre formación, por lo menos en la época actual y en las nuevas generaciones que se adentran en esta actividad.
El protocolo es orden y normativa. Orden ya sea del espacio, de las personas, de los símbolos o de la secuencia de un acto. Y normativa ya que recoge cómo plasmar y ejecutar ese orden.
Según su experiencia, ¿cómo debería ser un buen Jefe de Protocolo?
No tengo la respuesta a esta pregunta, ni tan siquiera me atrevo a divagar sobre ello, creo que sería demasiado presuntuoso por mi parte.
Simplemente creo que al margen de ser un buen profesional, y este es aquel que reconoce que debe estar formándose continuamente, debe ser una persona íntegra y coherente.
En mi formación en oratoria tuve un profesor, Arturo Merayo, a quien tengo un gran aprecio y gran consideración, que señala en uno de sus libros que las personas tenemos cuatro formas de mostrarnos a los demás: por lo que hacemos, por lo que parecemos, por lo que decimos y por cómo lo decimos. La unión de estos cuatro parámetros es la meta a la que todos debemos aspirar tanto en el ámbito personal como profesional, ya que estos no se pueden separar.
En una entrevista que le hicieron en La Verdad, dijo que “el protocolo es de la institución y no de la persona que la representa de forma temporal”. ¿El jefe de protocolo debe ser siempre una pieza clave en la sombra?
No creo que deba estar en la sombra, debe ocupar el lugar que le corresponde y este es tanto al servicio de la institución como al servicio de la persona que preside dicha institución. Es más, la institución debe tener “su” jefe de protocolo y la cabeza visible el suyo propio. El primero permanece y la trayectoria del segundo va unida a la de su “jefe”.
En su trayectoria profesional:
¿Cuál fue el acto más complejo que tuvo que organizar y por qué?
No lo organicé yo, es más, ni siquiera sabía en esos momentos que era el protocolo. Fue en el año 1995 y el acto la inauguración del Teatro Circo de Orihuela a cargo de la actual Reina honorífica Sofía. Hacía dos años que había finalizado mis estudios de periodismo y un año, más o menos, que residía en Orihuela y el ayuntamiento me contrata para el apartado de los medios de comunicación, junto a otra periodista. Fue una experiencia inolvidable, de mucho trabajo y de gran complejidad.
¿Y el que recuerda con mayor satisfacción y por qué?
En todo lo que he hecho, sin importar el papel representado, he sentido satisfacción en su realización ya que lo he desarrollado voluntariamente y con ilusión.
El jefe de protocolo debe estar tanto al servicio de la institución como al servicio de la persona que preside dicha institución.
¿Nos puedes explicar alguna anécdota sobre protocolo de algún acto llevado a cabo por Ser Comunicación?
La verdad es que no tengo ninguna reseñable. Más bien son dificultades que surgen durante la ejecución del acto como autoridades que creen que deben estar sentados en un lugar más destacado o el fallecimiento de un familiar directo de un asistente a un congreso y que se entera en el desarrollo de la jornada.
Bueno, me acuerdo en el acto de la entrada episcopal del obispo Jesús Murgui a Orihuela, cuando estábamos recibiendo a los invitados en la catedral, un alto cargo del Gobierno balear fue acomodado en un lugar inferior al que le correspondía. Nos dimos cuenta del error y lo subsanamos al instante. De este equivocación aprendí lo que Fernando Ramos dice muchas veces en sus charlas y es que cuanto más alto es el rango de una autoridad menos se queja y, en cambio, los que tienen el rango más bajo exigen una precedencia mayor a la que le corresponde. Este señor, el del Gobierno balear, en ningún momento mostró malestar alguno, al revés, dio las gracias cuando se le acompañó a ocupar la silla equivocada y dio las gracias cuando se le fue a buscar para conducirle al sitio que le correspondía por su cargo.
Para finalizar, ¿qué consejos le daría a los futuros organizadores de eventos y jefes de protocolo que se están formando en IMEP?
¡Madre mía! Recuerdo el refrán que dice: Consejos vendo y para mí no tengo. Solamente puedo hablarles de lo que a mí me ha venido bien y ha sido positivo en mi trayectoria, que no es ejemplo para nadie pero es la que tengo.
En primer lugar, humildad, humildad para aprender. En segundo lugar, curiosidad para avanzar. Y en tercer lugar, generosidad para compartir y devolver lo bueno que hemos recibido.
Una de las lecciones que aprendí al realizar mi tesis es que si nosotros avanzamos es porque otros han recorrido un camino antes y nos lo han regalado, por lo que no partimos de cero. Siempre hay alguien detrás de nuestro éxito que no somos nosotros mismos.
María José Canser dice
¡Que gran entrevista!