La imagen que posee un país se conforma y se transmite a través de ciertas variables: históricamente mediante la literatura, dando paso a otras líneas como las vivencias de turistas y aventureros, la música, la moda y los libros de texto. En la actualidad, diversos estudios emplean variables agrupadas en dimensiones como la tecnología y la innovación, marcas y empresas reconocidas, ocio y cultura y bienestar social.
La administración española, a través de diversos organismos, ha trabajado para mejorar la imagen del país en el exterior. Cabe destacar como punto de inflexión varios acontecimientos materializados en el año 1992, como fueron el V Centenario del Descubrimiento de América, Madrid sede de la Capital Cultural de Europa y grandes acontecimientos mundiales como fueron las Olimpiadas de Barcelona y la EXPO de Sevilla. Todos aquellos esfuerzos se materializaron en grandes reconocimientos por parte de la comunidad internacional, donde la imagen de España fue laureada y, por ende, posicionada.
El objetivo es atenuar e incluso eliminar muchos de los estereotipos y falsas interpretaciones que desde el exterior se atribuyen y arraigan en la casi totalidad de los españoles, pudiendo ser nocivos para la imagen, como son los tópicos “siesta”, “toros”, “fiesta” y “vulgaridad”, que ciertamente se encuentran presentes en la cultura de España, pero no de forma desmesurada. Se desea mostrar una España con su cara más amable, su modernidad, democracia, aperturismo y libertad. Y es lo que se ha ido demostrando, ya que lo español, como lo italiano o lo francés, ha cambiado a lo largo del tiempo. Muchos analistas coinciden en ello, manifestando que todavía queda camino por recorrer y para ello es necesario materializar todos aquellos objetivos que se siembran en las cumbres, en consorcios y foros.
Las variables que influyen en la imagen-país
- La dimensión cultural
- Los aspectos académicos
- La difusión de la lengua
Todos hacemos la marca España
La acción cultural exterior de España se enmarca dentro de los mecanismos de la diplomacia pública, siendo esta una herramienta necesaria y dispuesta para proyectar o mejorar la imagen internacional.
La promoción de la cultura y la imagen en el exterior se ha convertido en uno de los objetivos centrales de la actividad del Instituto Cervantes en el extranjero, factor ya presente en nuestros países vecinos a finales del siglo XIX. Por ejemplo, Francia se mostró muy preocupada por su influencia cultural en el exterior, heredera de una larga tradición de
relaciones culturales internacionales de acuerdo con una política de intervención ligada a la difusión de la lengua y de la producción artística.
La gran diversidad de acciones culturales presentes van desde los cursos de idiomas a conferencias, intercambios culturales, ciclos de cine y de teatro y música, y –lo que es más apreciado– la amplia variedad de acontecimientos y acciones que pueden confeccionarse con los magníficos espacios y el consenso del conjunto de los actores.
Fuente: La acción cultural exterior de España a través del Instituto Cervantes.
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