Miguel Molina es Doctor en Derecho y Experto en Comunicación y Liderazgo Político. Este curso académico se ha incorporado como docente al Grado el Organización de Eventos, Protocolo y Relaciones Institucionales, en la asignatura Comunicación I y Comunicación Corporativa.
Háblanos de ti y de tu trayectoria profesional.
Me considero un ser con inquietudes e ilusionado con la profesión. Mi trayectoria profesional se ha caracterizado por la lucha continua y sin cuartel para ganarme un espacio en el difícil mundo de la comunicación. Comencé a los 13 años en la radio y sigo en la actualidad (44 años) dándole guerra a los micrófonos, y a la formación, que es una de mis pasiones actuales. He pasado por la televisión, la prensa escrita y la digital, y todavía mantengo, cono he comentado anteriormente, con mi pasión radiofónica. A pesar de mi vinculación con el deporte, mi mayor especialización ha llegado con la comunicación política y corporativa.
Miguel, nos consta que tus primeros pasos estuvieron ligados al fútbol, ¿cómo ha evolucionado tu carrera profesional desde tus inicios hasta ahora?
Mi vida ha evolucionado de forma ordenada. Siempre tuve las ideas claras. En cuanto a mi trayectoria en el ámbito deportivo éste se forjó de manera accidental, pero supuso un recorrido de más de 20 años consecutivos que me permitió escribir un libro y acercarme a figuras internacionales como Alfredo Di Stefano, Víctor Claver, Llul, Ricky Rubio, Juanfran Torres. El deporte me permitió conocer a mucha gente interesante y a colegas de profesión con un gran potencial.
Desde 2007 tuve un punto de inflexión cuando decidí especializarme en la comunicación política. El sector demandaba profesionales y ahí me metí, con aciertos y fracasos, pero siempre dispuesto a avanzar y contribuir en la política.
¿Qué te impulsó a dedicarse al ámbito de la comunicación?
Lo que me impulsó a este sector fue la música. Soy un gran consumidor de clásicos de los 80 y 90. Desde niño estuve enganchado a una radio. Me pasaba horas y horas oyendo temas que ahora son clásicos inolvidables. Y, de esa pasión, surgió mi interés por presentar temas musicales en la radio local de Crevillent con tan solo 13 años. Ese fue el punto de partida. A partir de ese momento, la comunicación es un mundo infinito que altera nuestro día a día. Para mí, el término comunicar lo es todo. Ayuda a políticos, empresas y administraciones a que su mensaje llegue al público objetivo. Actualmente, una mala comunicación te arruina y lo contrario te facilita el que se abra las puertas del éxito. Aposté por la comunicación porque me parece un ámbito que encajaba perfectamente con mis inquietudes y anhelos profesionales. Me motiva y me dejo todo mi tiempo en aprender para que otros puedan beneficiarse de la denominada “transferencia del conocimiento”.
¿Por qué crees que es importante la comunicación corporativa? ¿y la comunicación política?
Evidentemente, la comunicación corporativa es clave en el posicionamiento de una entidad. Si das en el clavo y sabes posicionar tu marca en el mercado los costes de la empresa serán menores y, además, los beneficios pueden ser incalculables. Piensa que la imagen de una organización o un acto depende principalmente de la comunicación corporativa por lo que se aconseja dejar en manos de profesionales esta complicada labor. Hay que investigar, analizar, planificar y desarrollar un plan para que la marca o una imagen llegue a situarse en la mente de nuestro público objetivo. El prestigio también está en juego si no manejas bien la comunicación.
En cuanto a la comunicación política, por desgracia los políticos siguen sin entender que ésta debe caer en manos de profesionales y que su futuro depende de un buen trabajo en este ámbito. Evidentemente no es sustitutorio a las labores diarias de éstos, pero sí un complemento fundamental para alcanzar sus metas. La comunicación política está en constante evolución y en cuanto parpadees ya te has quedado rezagado.
¿Qué habilidades y actitudes crees que debe poseer alguien que se dedica a la comunicación política?
Cualquier profesional que desea poner los dos pies en este campo debe ser consciente que primero ha de ser honrado con la profesión, leal a sus principios y tener una ética por encima de todo. A veces esto parece que sea mucho, pero creo que la comunicación política tiene una responsabilidad social dado que nuestros mensajes deben captar la atención del ciudadano y nunca, reitero: nunca, debe ser con malas artes y mentiras. La política nos ofrece infinidades de caminos para trasladar un mensaje acorde a la realidad. No obstante, un experto en comunicación política sabe de sobra que debe estar actualizado y dispuesto a entender las grietas que nos deja la sociedad.
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