Ya lo dijo Coco Chanel: “no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”. Y es que, aunque muchos no lo crean, la primera impresión que causamos con nuestro aspecto físico condiciona en muchísimos aspectos de nuestra vida. Uno de los más evidentes casos en los que la primera impresión influye es en una entrevista de trabajo, donde resulta de vital importancia vestir acorde no solo a la ocasión, sino también al puesto de trabajo.
En este sentido, y siguiendo con el ejemplo arriba mencionado, acudir a una entrevista de trabajo con un outfit formal no es suficiente. Investiga sobre la empresa, busca el apartado de «miembros» y fíjate en la ropa que llevan los empleados. Si se trata de una empresa juvenil o con una imagen de marca muy casual, no tiene ningún sentido que vayas en traje.
Una entrevista de trabajo no es el único ejemplo de porqué es tan importante tu imagen. Sentirse cómodo con uno mismo es fundamental y afecta a todos los aspectos de comunicación verbal y no verbal que transmitimos a los demás, y esto, queramos o no, se encuentra directamente relacionado con cómo vestimos.
En el post de hoy te traemos cinco trucos para mejorar tu imagen. ¡Allá vamos!
Identifica tu estilo
Es el primer paso que debes seguir para mejorar tu imagen. A menudo queremos cambiar algo de nuestra imagen pero no sabemos qué, ni cómo hacerlo. Eso a lo que llamamos «necesito cambiar de look» cuando nos encontramos deprimidos o estresados. Casi siempre la primera «víctima» de ese cambio radical que buscamos es el pelo, cortándolo o tintándolo. Es una buena opción siempre y cuando nos asesoremos de la mano de profesionales y nos aseguremos de que el corte o color de pelo que queremos vaya en armonía con nuestras fracciones faciales o nuestra ropa. ¡Sí!, aunque no lo creas, la ropa también influye sobre el corte o color de pelo. Por ejemplo, si sueles vestir de rosa o es un color al que no quieres renunciar en tu vestimenta, tintarte de pelirrojo no será una buena idea, puesto que son colores que se apagan entre sí y no favorecen visualmente.
De otro lado, es bastante habitual no tener un estilo de ropa definido. Identificar cuales son las prendas con las que más cómodo/a te sientes es la clave para triunfar. Si tu estampado favorito son los lunares, no tengas miedo a tener el armario lleno de lunares. Si te gusta ir siempre con un estilo urbano y cómoda, usa sin complejos deportivas o zapatillas que combinen con todo.
Escoge prendas que favorezcan tu figura
Es muy habitual, especialmente en la adolescencia, edad en la que quieres vestir siempre a la moda, usar ropa que no favorece nuestra figura o con la que no nos sintámos cómodos/as, solo por el hecho de que es lo que se lleva en ese momento. No se trata de que limites tu vestuario, pero identifica los patrones de ropa que te favorecen y acertarás siempre a la hora de meter la ropa al probador. Si crees que te favorecen los vaqueros de tiro alto, explota ese recurso y úsalo siempre que quieras. Haz lo mismo con cada detalle de cada prenda, hoy el día se lleva todo tipo de estilos y prendas, por lo que te será mucho más fácil encontrar ropa con la que te sientas bien. Por ejemplo, identifica qué tipo de escote te favorece más según tu busto, que tipo de vaquero o pantalón te sienta mejor según tus caderas o que tipo de vestidos realzan tu figura (por ejemplo, los vestidos holgados con un punto ajustado a la cintura son una de las prendas que más favorecen).
Antes de que te quieras dar cuenta, en tu armario solo tendrás ropa favorecedora que te hará brillar por dentro y por fuera.
Revisa tu armario
Con el paso de los años tendemos a acumular montañas y montañas de ropa que ya no usamos, no nos gustan o, directamente, ya no son de nuestra talla. Es hora de revisar tu armario a fondo y deshacerte de lo viejo, lo pequeño o grande y de lo que ya no te guste. Aprovecha la ropa que se encuentre nueva o semi-nueva para donarla.
Sabemos que tirar ropa es un fashion drama, pero keep calm, tienes ropa de sobra.
¿Tu imagen refleja tu personalidad?
Es una de las preguntas clave que necesitas hacerte si quieres mejorar tu imagen. Todos conocemos a alguien cuyo aspecto físico no encuadra demasiado con su personalidad, por ejemplo, personas extrovertidas que visten siempre de negro (¡aunque somos amantes de los looks total black!). Así que sí, asumámoslo, nuestra ropa habla por nosotros. De hecho, en días tristes tenemos la tendencia a vestir más cómodos y con ropa más básica, y el días alegres y en los que nos sentimos con energía nos apetece vestirnos coloridos, ¿verdad?
Por esta razón, es importante que tu ropa hable adecuadamente de ti y te refleje tal y como eres. Viste ropa que hable por ti y diga lo que quieras que diga. Esto no significa que tengas que vestir siempre con el mismo estilo exacto, sino que siga una línea con la que te sientas identificado/a y con la que siempre te sientas cómodo/a.
¡Quiérete!
Es un hecho, no hay nada que favorezca más que el autoestima alta. Nadie es perfecto (¡la perfección es aburrida!), así que es hora de aceptar nuestros complejos y amarnos tal y como somos. Cuando consigas quererte tal y como eres te verás siempre genial y no tendrás miedo a arriesgar con tu estilo.
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