Es tendencia social el ser más sostenible, qué duda cabe. En los últimos años nuestra Sociedad ha aprendido que puede compartir coche para ir de viaje a través de una página web, y ahorrar dinero y emisiones de CO2. Ha comprobado que puede llevarse una bolsa reutilizable al súper del barrio, y ahorrar dinero y plástico. Se ha acostumbrado a separar los residuos que genera en su casa, y a sentirse haciéndolo y colaborando con el medio ambiente. Es más crítica y sensible hacia ciertos temas relacionados con la justicia social (véase desahucios, pobreza energética, dependencia, malnutrición infantil, etc.). Está sustituyendo sus bombillas tradicionales por otras de bajo consumo y teniendo en cuenta la eficiencia energética de sus electrodomésticos. Y como estos, otros ejemplos más.
Bien es cierto que todos estos cambios han sido asumidos paulatinamente debido a las presiones económicas que en los últimos años se ha encontrado el consumidor, pero independiente de cuál haya sido el motivo de este cambio, algo ha empezado a cambiar en los consumidores y usuarios que nos está volviendo más sensibles hacia los temas de sostenibilidad y responsabilidad social.
Esta tendencia de la Sociedad a adquirir hábitos colectivos más sostenibles se ha trasladado también al mundo de los eventos y de la comunicación en vivo, y poco a poco ha ido dando lugar a todo un conjunto de conocimientos, de disciplinas y de protocolos de actuación encaminados a poder realizar eventos más sostenibles (nótese que hemos introducido un “más”, pues el que un evento pueda ser sostenible es una cuestión bastante inalcanzable, pero eso no quita de que se puedan hacer eventos “más sostenibles”).
Pero este discurso no es nada nuevo, pues llevamos muchos años escuchando como la sostenibilidad es una tendencia que ha llegado al mundo de los eventos para quedarse, y claro, una cosa no puede llevar 10 o 15 años siendo tendencia. Tendencia se puede ser 2 ó 3 años, pero al cuarto las tendencias deben transformarse en cuestiones cotidianas.
¿Qué ha ocurrido entonces con la sostenibilidad en los eventos para que lleve tanto tiempo hablándose de que es tendencia?
La verdad es que hay que ser un poco atrevido para lanzar esta pregunta, sobre todo porque su respuesta nos lleva inexorablemente a la autocrítica como sector. Y es que, hace ya años que sabemos que nuestro sector tiene que ser más sostenible, pues conocidos son por todos los “pecados medioambientales de los eventos” (gran cantidad de residuos, comida que sobra, desplazamientos por doquier, consumo de materiales sin ton ni son, etc.).
En mi opinión lo que le sucede al sector de eventos y congresos de este País es que le está costando dar el cambio hacia un modelo de producción de eventos más sostenible. Sí, nos da miedo dejar de imprimir tanta documentación para meter en la cartera del congresista, nos aterra que un cátering más sostenible pueda resultar “soso”, nos preocupa que nuestros clientes no estén preparados para asumir el mínimo coste de compensación de una huella de carbono y muchas otras más cosas de estas.
Pero sobre todo lo que ocurre no somos capaces de dar EL GRAN PASO que supone que decidamos cambiar nuestra forma de trabajo y nuestro modo de ejecutar nuestras operaciones de manera más sostenible.
Cada vez es más accesible para las empresas y profesionales del sector de eventos iniciarse en esto de los eventos más sostenibles.
Muchas veces ponemos a los clientes como excusas infalibles para hacer las cosas de otra manera, cual parapeto que nos disculpa para asumir el riesgo de enfrentarnos a cualquier cambio, pero si nos atrevemos a llegar al meollo de la cuestión, nos encontraremos a los organizadores de eventos y congresos como el principal e insalvable obstáculo.
La solución a este problema se podría decir que viene de la mano de la genética, y no de la biológica, sino de la empresarial, pues aquellas agencias de eventos y OPC que han sido capaces de romper con esta “tendencia a tender ser sostenible” y han conseguido serlo de verdad, son los que se han preocupado de insertar en su ADN empresarial la variable sostenible, sobre todo en lo referente a rediseñar y modificar sus procesos operacionales para desarrollar eventos enriqueciéndolos con criterios de sostenibilidad.
Afortunadamente cada vez es más accesible para las empresas y profesionales del sector de eventos iniciarse en esto de los eventos más sostenibles. Tras años de acumulación de know-how sostenible para eventos, y de la lenta, pero continua, aparición de casos de éxito de eventos más sostenibles, recientemente hemos asistido al lanzamiento de Eventsost, una plataforma pionera a nivel internacional y desarrollada para ayudar a los organizadores de eventos a incorporar criterios de sostenibilidad en sus procesos internos. Estamos seguros de que Eventsost ayudará a este sector a ser más sostenible, y no a tender a serlo.
Alberto Gómez, Director Ephymera Sostenibilidad
Deja una respuesta