*Este post contiene algunos spoilers.
La serie estadounidense «The Good Place» es una comedia cuyo argumento gira en torno a la vida después de la muerte. Mediante un sistema de valoración basado en buenas y malas acciones realizadas durante la vida en la tierra, los humanos van al «lado bueno» o «al lado mano». Los protagonistas de esta historia son una alocada mezcla entre una event manager, un profesor de ética, una comercial de telemarketing de dudosa moral y un falso monje budista.
Esta extraña combinación hace un repaso más que interesante por tres ramas de las ciencias sociales: la organización de eventos y el protocolo, la filosofía y la criminología.
Tahani, la event manager
Tahani es una celebrity atormentada por la sombra que su exitosa hermana le ha hecho durante toda la vida. Impulsada por su competitividad con ésta, ha basado su vida en complacer a otros realizando todo tipo de galas, eventos y fiestas.
Obsesionada con la perfección, Tahani nos regala, a lo largo de toda la serie, momentos únicos y que delatan el perfeccionismo de los organizadores de eventos: «Mira que descoloque y qué mal el ángulo, ¿es que es la primera vez que llevas una banda?», le replica a Eleanor durante la Gala para conmemorar a «La mejor persona». Tahani sabe muy bien cuáles son las normas de etiqueta de un gala, por eso nunca la verás acudir a una gala con vestimenta inapropiada ( o quizás sí, muy a su pesar…).
De hecho, Tahani está tan comprometida con su labor de organizadora de eventos que incluso podemos verla en la segunda temporada jurando hacer de cada evento una velada inolvidable: «Yo, Tahani Al Hamid haré lo posible por que cada evento sea tremendo».
Chidi, la personificación de los dilemas morales
Chidi, el académico cuya indecisión ha arruinado su vida y la de todos los que le rodean. Profesor de ética y filosofía moral, es la encarnación de los dilemas morales a los que nos enfrentamos día a día en nuestra sociedad. En la segunda temporada Chidi explica el dilema del tranvía, uno de los dilemas morales más clásicos de la filosofía que saca a relucir las dificultades a la hora de tomar decisiones en situaciones complicadas.
Durante toda la serie Chidi argumenta constantemente las problemáticas morales a las que se enfrentan en su aventura, recordándonos una y otra vez lo absurdo de clasificar en «bueno» o «malo» el comportamiento humano y, en consecuencia, a las personas. A través de estas situaciones, la serie trata de hacer entender al espectador el sinsentido de dicotomizar la conducta humana. Esto nos lleva directamente a la siguiente rama de las ciencias sociales, la criminología.
Eleanor y Jianyu, el comportamiento desviado
La protagonista de esta historia, Eleanor, llega al lado bueno tras su muerte y pronto descubre que está ahí por error. Eleanor pasó su vida burlandose de otros, siendo déspota y comportandose con dudosa ética. De hecho, Eleanor trabaja para una empresa que vende fármacos falsos sin cuestionarse lo más mínimo la reprochabilidad de sus acciones.
De otro lado nos encontramos con Jianyu, un falso monje budista que es en realidad un DJ de pocamonta que comete pequeños delitos. De esta forma, Eleanor y Jianyu representan dos vertiendes del comportamiento desviado.
Si consultamos en la RAE la definición de conducta desviada, encontramos lo siguiente:
En sociología y criminología, conducta o comportamiento que se desvía o se aparta de las normas y usos sociales dominantes o mayoritarios, y que por ello debe ser objeto de control social.
En derecho penal, un sector considera que el delito no es más que conducta desviada, que se repirme por la norma y la justicia penal como formas de control social El delito ciertamente encaja entre las conductas desviadas, pero no se puede caracterizar sin más como conducta desviada, ya que requiere un ataque grave a los bienes jurídicos más importantes y a las normas de conducta esenciales que los protegen. (Real Academia Española).
A lo largo de la serie el espectador puede llegar a comprender las razones que se esconden tras el comportamiento desviado de Eleanor: familia desestructurada y padres con un estilo educativo negligente que obliga a la protagonista a ser autosuficiente desde bien pequeña. Esto le genera una terrible frustración al crecer que la convierte en una adulta déspota y llena de odio hacia los demás. Prácticamente, Eleanor es una sociópata con una absoluta indiferencia hacia lo que está bien y lo que está mal.
En cuanto a Jianyu, o mejor dicho, Jason Mendoza, representa a esa parte o «subcultura» de la población con escasos recursos que se adapta a sus circunstancias pero aspira a lograr las metas impuestas por la sociedad (éxito). Sin embargo, los medios usados para alcanzar el éxito por este tipo de población no son los convencionales, puesto que no disponen de los recursos para alcanzarlos, así que optan por vías alternativas y, generalmente, delictivas. Esto recuerda profundamente a varias de las teorías explicativas del comportamiento delictivo desarrolladas por sociólogos como Merton o Durkheim.
En definitiva, esta divertidísima serie hace un completo repaso por tres ramas de las ciencias sociales que no deja a nadie indiferente. Si aún no la has visto, ¡te la recomendamos! Puedes verla en Netflix.
Foto de portada extraída de theverge.com
Deja una respuesta