La gamificación es una de las últimas tendencias tecnológicas, por tanto, se está estudiando su aplicación en diferentes sectores como la educación para favorecer la participación de los alumnos y potenciar su motivación y compromiso con el aprendizaje. En el caso de los eventos, la gamificación estaría destinada a los asistentes.
Gamificar significa hacer jugar. Si escuchas por primera vez esta palabra seguro te viene a la cabeza el término «game», que significa juego, pero tienes que ir más allá. Actualmente se puede abordar el concepto desde muchas perspectivas:
- Uno de los personajes más influyentes en el mundo de la gamificación, Kevin Werbach, en su libro Gamificación, Revoluciona tu negocio con las técnicas de los juegos, presenta la gamificación como «el uso de elementos de juegos y técnicas de diseño de juegos contextos que no son juegos». Más adelante explica que todo esto se hace para lograr compromiso con una organización o una causa o la motivación para realizar una acción determinada, permitiendo experimentar sin miedo al error.
- Otro de los rasgos característicos de la literatura sobre el término es que hay que distinguir gamificación y juego. Solo se busca el uso de mecanismos de juego pero sin que el resultado sea un juego. Esto es muy importante.
- Una definición centrada en el usuario permite establecer líneas de creación del juego utilizando al jugador como constante. De ahí, hay que crear una narración que lo mantenga envuelto dentro de la partida siguiendo un camino trazado por reglas y retos en un entorno no lúdico. Sin embargo, la gamificación no se mide por los premios y las medallas que se dan o se reciben, sino por el disfrute del jugador durante el proceso.
Es decir, el objetivo de la gamificación es incidir en la motivación de alguien para conseguir que tenga un comportamiento determinado o haga una serie de acciones concretas. No significa descargar una aplicación y ya.
Gamificar es hacer vivir experiencias de juego en un entorno no lúdico.
¿Y ahora cómo hacemos para gamificar los eventos?
La gamificación se puede extender por todos los ámbitos del conocimiento o de la vida. Se pueden crear actividades gamificadas para conseguir hacer centrar la mirada de los asistentes en un discurso determinado o en un mensaje que se quiera destacar.
Primero (como siempre), hay que definir el objetivo del evento. Segundo, conocer los perfiles de todos los asistentes. Y tercero, definir el mensaje o los mensajes claves que se quieren transmitir.
Para lograr un cambio profundo del asistente, hay que tener ambición y no quedarse con un pequeño gesto. El nivel de compromiso que hay que pedir debe ser de largo recorrido, de vivir una experiencia que trascienda las paredes del equipamiento y corra de boca en boca como una experiencia que hay que compartir.
Con esta ambición está asociada el compromiso personal para hacer algo diferente. La mirada del creador de una actividad gamificada debe ser amplia, con una necesidad de adquirir continuamente nuevos recursos, mecanismos o ideas que pueden ser utilizados en el proceso creativo.
La forma en que el asistente entrará en la actividad es importante. Para asegurar una inmersión en el mundo que proponemos, podemos generar una capa de narrativa sobre el equipamiento, las la estructura o el recorrido del evento. No hace falta que sea una historia profunda, puede ser un pequeño gesto o un reto interesante.
Y por último, como ocurre en cualquier actividad, hay que imaginarse que el asistente, tenga la edad que tenga, llega a su casa después del evento y explica qué ha hecho con una frase corta. La frase es la esencia de nuestro objetivo, debe ocultar qué queremos que haya vivido y qué queremos que recuerde.
Si sabes gamificar te conviertes en un mejor organizador de eventos
La gamificación es muy fácil de usar. Si se aplica correctamente, puede dar resultados positivos y responder a tus objetivos e intenciones. Si creas eventos gamificados, podrás nivelar el compromiso con la experiencia de los asistentes del evento. Ya sabes que las experiencias humanas son muy importantes.
La gamificación de eventos viene en diferentes formas y tiene el poder de transformar de un evento sencillo en uno impresionante. Funciona a través de las emociones y motivaciones del público. Una de sus ventajas son:
- Involucras a los asistentes
- Activas el sentimiento de tener un propósito común.
- Se aumenta la proactividad
- Generas experiencias de calidad
- Creas un ambiente de confianza y colaboración
- Transformas el evento en un entorno épico
- Facilitas la comunicación
- Relaja el ambiente.
- Aumentar la autoconfianza de los asistentes
Fuente: Remix del Artículo Creative Commons de CCCBLAB: Gamificar es hacer Jugar, de Oriol Ripoll.
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