Dentro del ceremonial y el protocolo a nivel internacional, se encuentran los símbolos patrios o nacionales, aquellos elementos que identifican a una comunidad determinada y que suelen tener su lugar en los actos institucionales.
Esos símbolos nacionales, son el escudo, el himno y la bandera. En el caso de España y debido al sistema político y la autonomía de los territorios, cada uno de ellos tambien tienen los propios.
Historia del Himno
Si volvemos a nivel nacional, uno de los símbolos mas conocidos es el himno. La creación melódica que identifica a los españoles, a la nación en los actos dentro y fuera del país cuenta con mas de 300 años de historia, concretamente desde que el rey Carlos III en 1770 la nombró su marcha de honor. Su nombre correcto es la Marcha Real o Granadera y esta composición de índole militar fue realizada por Manuel Espinosa de los Monteros. Posteriormente, fue Bartolomé Pérez Casa, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, quien en 1908 hizo la adaptación (hasta el momento la marcha estaba creada para ser tocada por flautas y tambor) que a día de hoy sigue identificando a los españoles como himno.
Regulación
La Marcha Granadera, como himno nacional, encuentra su regulación en el Real Decreto 1560/1997, ya que fue el año en el que el Estado adquirió los derechos de explotación de la melodía como himno por parte de la familia del compositor y se encarga al compositor Francisco Grau que realice los arreglos oficiales necesarios a esta composición para orquesta sinfónica, banda militar y órgano.
En el decreto, aparte de la partitura, se exponen las dos versiones que existen del mismo (versión completa y breve) y en qué momento debe sonar cada una de ellas, ante qué autoridades y actos. De la misma manera, regular en qué posición debe sonar en el acto, por ejemplo, si en el acto está prevista la participación autonómica y local y se concreta que los himnos suenen al principio, el primero que lo hará será el español. Si los himnos sonaran al final, el español será el que cierre ese ceremonial. Sin embargo, si hablamos de himnos de dos naciones en el marco de visitas oficiales y de Estado en territorio español, si suenan al comienzo, el himno del invitado sonará primero, y al contrario en las despedidas.
Versión corta y versión larga
Según establece el Real Decreto 1560/1997, el himno español será interpretado en una de sus dos versiones, la completa o la breve, según proceda el caso:
En su versión larga:
- En los actos de carácter oficial a los que asista Su Majestad el Rey o Su Majestad la Reina.
- En los actos de carácter oficial a los que asista la Reina consorte o el consorte de la Reina.
- En los actos de carácter oficial de homenaje a la Bandera Española.
- En los demás actos previstos en el Real Decreto 684/2010 (Reglamento de Honores Militares).
En su versión corta:
- En los actos de carácter oficial a los que asista el Presidente del Gobierno.
- En los actos de carácter oficial a los que asistan Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, Su Alteza Real la Princesa de Asturias o Sus Altezas Reales los Infantes de España.
- En los actos deportivos o de cualquier otra naturaleza en los que haya una representación de carácter oficial de España.
- En los demás casos previstos en el Real Decreto 684/2010 (Reglamento de Honores Militares).
Partitura oficial
Curiosidades
Una de las curiosidades sobre el himno de España es que es uno de los 3 que actualmente siguen sin letra (junto con Bosnia y San Marino). Se ha intentado poner voz a esta melodía en varias ocasiones, pero ninguna de las veces han terminado de convencer a la sociedad española. En 1843, Ventura de la Vega realizó su propuesta, sin embargo, no llegó a buen puerto. También Juan Prim, en 1870, consideró que era necesario intentarlo y creó un concurso, sin mucha aceptación. La última y más polémica, la versión de Marta Sánchez.
Por tanto, el himno de España identifica a todo el Estado y su utilización, viene regulado por normativa oficial. De la misma manera, se deben respetar los momentos mientras suena, ya que son de gran solemnidad, aunque no vengan expresados si debemos mirar al cielo, o ponernos la mano en el corazón, como si sucede con otros himnos como el norteamericano.
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