El pasado viernes se entregaron en Oviedo los Premios Princesa de Asturias 2017 que la Fundación Princesa de Asturias convoca, cada año, y cuyos objetivos abarcan desde la promoción de los valores científicos, culturales y humanísticos, hasta la consolidación del Principado de Asturias con el título que ostentan los herederos de la Corona de España.
Este año los galardonados fueron: Les Luthiers (Comunicación y Humanidades), de Argentina; William Kentridge (Artes), de Sudáfrica, Hispanic Society of América (Cooperación Internacional), de Estados Unidos; All Blacks (Deportes), de Nueva Zelanda; Karem Armstrong (Ciencias Sociales), de Reino Unido; Adam Zagajewski (Letras), de Polonia; Rainer Weiss, Kip S. Thorne y Barry C. Barish y Laura Cadonati, en representación de la LIGO (Investigación Científica y Técnica), de Estados Unidos y Alemania; y el Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; el de la Comisión, Jean C. Juncker, y el del Consejo, Donald Tusk, en representación de la U.E. (Concordia), de Bélgica que es su sede.
Desde el punto de vista del protocolo, habría que significar que salvo en el año 1981, en que se celebró la primera edición, esta es la primera vez que asiste un Presidente del Gobierno aunque la situación actual que atraviesa España y la categoría de algunos de los premiados, así lo requería.
Aunque los Reyes y la Reina Doña Sofía llegaron al mismo tiempo, pero en coches distintos, caminaron juntos hasta la puerta del teatro, por la alfombra azul y entre una guardia de alabarderos, ocupando el Rey el puesto central, Doña Sofía el lugar derecho (un poco retrasada, aunque solo lo justo) y la Reina Consorte el izquierdo.
Desde el punto de vista del protocolo, habría que significar que salvo en el año 1981, en que se celebró la primera edición, esta es la primera vez que asiste un Presidente del Gobierno…
Orden de precedencia
El protocolo de la ceremonia que tiene lugar en el Teatro Campoamor es muy estricto y la escenografía del interior del teatro ha cambiado poco con los años: se mantiene el color azul (de Asturias) como absoluto protagonista del escenario y aderezado del justo adorno floral. Las distribución de los actores es la siguiente: mesa de la presidencia al frente, a la derecha los premiados (lugar más representativo) y a la izquierda las autoridades presentes de las distintas administraciones.
A ambos lados de la mesa presidencial ondeaban dos juegos de banderas idénticos conformados por: la bandera de España al centro, bandera del Principado de Asturias a la derecha (como lugar más representativo), y de la Unión Europea a la izquierda. Las banderas de los países en honor a los premiados figuraban a la derecha del escenario, como debe ser; y este año han acertado al colocarlas en línea y por orden alfabético en castellano (siendo a precedencia la bandera más próxima a la presidencia): Alemania, Argentina, Bélgica, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Polonia, Reino Unido y Sudáfrica. Reseñar que la fila la cerraba la bandera de la Unión Europea y que, en principio, sería discutible la inclusión de esta bandera supranacional en la línea, si bien, al recaer sobre la Unión uno de los premios no llama tanto la atención.
La mesa presidencial estuvo ocupada por los Reyes de España en centro, a su derecha el presidente del Principado de Asturias, don Javier Fernández; y a la izquierda, el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Matías Rodríguez. Poco hubiera costado añadir una silla más para el Presidente del Ejecutivo, pero con mucho acierto se ha convenido que no formara parte de la misma, pienso yo que para no politizar más la ceremonia y para que el protagonismo recayera sobre las reales personas y los premiados.
Sobre la colocación de los premiados, a la derecha de la presidencia y en dos filas de 12 y diez asientos, observamos que se le dio la mayor precedencia a las autoridades de la UE por el Premio a la Concordia: Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; presidente de la Comisión, Jean C. Juncker, y del Consejo, Donald Tusk. Siguieron a estos los galardonados con los premios a las Letras, las Artes, las Ciencias Sociales, Cooperación Internacional, e Investigación y Ciencia; y ocuparon la 2ª fila los All Blacks y Les Luthiers.
Las autoridades se ubicaron a la izquierda de la presidencia en dos filas de dieciséis asientos. En la primera fila, cerca de la presidencia, se sentó Mariano Rajoy, seguido de la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, el Presidente del Tribunal de Justicia de la UE (V. Skouris), que por protocolo comparado ocupó un lugar delante de los ministros asistentes: Dastis (Asuntos Exteriores), Mendez de Vigo (Educación), García Tejerina (Medio Ambiente); a continuación se situó Arias Cañete, Comisario Europeo de Energía, etc. Destacar por último, que la Reina Sofía ocupaba el palco de invitados, como hace desde que su hijo es Rey.
En relación a la ceremonia, tras la interpretación del Himno Nacional en honor de los monarcas, tuvo lugar la intervención del Presidente de la Fundación; luego la entrega de premios y finalmente los discursos. En esta ocasión la duración rebasó los 90 minutos previstos, y con creces, pero el discurso del Rey necesitaba ser denso y, así mismo, las intervenciones de los tres dirigentes de la UE que no escatimaron su apoyo a la Constitución Española y críticas a la actuación de aquellos catalanes que actúan fuera de la misma.
No faltaron a la cita rostros conocidos como Luis del Olmo, Miguel Ángel Revilla, Elena Ochoa, Esther Alcocer Koplowitz y Esther Koplowitz, Emilio Butragueño, el duque de Alba o Albert Rivera, entre otros.
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